miércoles, 25 de septiembre de 2013

LA SOLEDAD SÓLO MÍA

Hay una soledad dentro,
en el subsuelo de mi silencio.
Una soledad opaca e inerte
que sólo comparto conmigo.
Hay una soledad congénita,
con vocación fronteriza.
Una soledad muda y ciega,
al otro lado del ruido.
Hay una soledad ineludible,
sin excusas ni evasivas.
Una soledad intrínseca
que me acompaña a diario.
Y en esa soledad solitaria
siempre te encuentro.